¡Hola a toda mi gente apasionada del asfalto y las cuatro ruedas! ¿Listos para llevar su experiencia sobre la tabla a otro nivel? Como bien saben, en el vibrante mundo del skate y el longboard, cada pequeño detalle es clave para sentir esa conexión perfecta con el suelo.
Y si hay un componente que realmente define la esencia de tu rodar, ese es, sin duda, la rueda. Recuerdo mis inicios, ¡cuántas veces me sentí perdido entre tanta opción!
Entre durezas, tamaños y materiales, elegir las correctas parecía una ciencia oculta. Pero a lo largo de los años y muchos kilómetros patinados, he descubierto que entenderlas es la clave para desatar todo tu potencial.
En este espacio, siempre busco compartirles lo último y lo más útil para que disfruten al máximo, evitando esos errores comunes que todos cometemos al principio.
Hoy vamos a sumergirnos en un tema fundamental que a menudo genera muchísimas dudas y que está en constante evolución. Desde el tipo de uretano hasta el tamaño y la dureza, cada característica influye directamente en tu agarre, velocidad y la suavidad de tu viaje.
He probado muchísimas configuraciones, desde las más blandas para un paseo tranquilo en la ciudad hasta las más duras para trucos técnicos en el skatepark, y puedo decirles que la diferencia en el rendimiento y la sensación es abismal.
Entender qué buscar no solo mejora tu control y fluidez, sino que también te da una seguridad extra, permitiéndote explorar nuevos límites con confianza.
Si alguna vez te has preguntado por qué tu amigo desliza tan fácil o por qué tú te sientes tan inestable en ciertas superficies, ¡las ruedas tienen mucho que ver con eso!
Prepárense para desentrañar los misterios detrás de esas pequeñas pero poderosas piezas de poliuretano. A continuación, vamos a desglosar exactamente lo que necesitas saber para hacer la elección perfecta y transformar por completo tu patinaje.
La Danza del Uretano: Dureza y Agarre Perfecto

Entendiendo la Escala Durometer
Cuando hablamos de ruedas, lo primero que nos viene a la cabeza, o al menos a mí, es la dureza. ¡Y no es para menos! Es un factor que transforma completamente tu experiencia y te conecta de una forma única con el asfalto. La dureza se mide con la escala Durometer, generalmente la ‘A’ para ruedas de skate y longboard, y va desde números bajos (más blandas) hasta números altos (más duras). Recuerdo la primera vez que cambié mis ruedas blandas por unas más duras para intentar un slide. ¡Madre mía, la diferencia fue brutal! Las blandas se pegaban como chicle al asfalto, perfectas para el cruising tranquilo y absorber todas esas imperfecciones de la calle, ofreciendo un agarre fenomenal que te hace sentir seguro. Si tu ruta diaria incluye calles con grietas, piedrecitas o simplemente buscas un paseo suave y silencioso donde cada golpe se minimice, unas ruedas en el rango de 78A-85A serán tus mejores amigas y te darán esa comodidad que tanto se agradece. Yo, personalmente, las uso mucho cuando salgo a grabar o simplemente quiero relajarme y sentir el asfalto sin sobresaltos, disfrutando del paisaje sin preocuparme por cada pequeña piedra. Además, son geniales para principiantes, ya que proporcionan muchísima estabilidad y un control predecible que da confianza.
El Equilibrio entre Agarre y Deslizamiento
Ahora bien, si lo tuyo es la velocidad pura, el freeride desafiante o el downhill que te pone los pelos de punta, o si te encanta sentir cómo la tabla se desliza bajo tus pies con un buen slide largo y controlado, entonces las ruedas más duras son tu boleto dorado. Hablamos de durezas que van desde 90A hasta 101A o incluso más, como las B, que realmente marcan una diferencia. Estas ruedas tienen inherentemente menos agarre, lo que facilita enormemente los derrapes y te permite alcanzar velocidades más altas sin que la fricción del uretano te frene en seco. Pero ojo, directamente te lo digo, con una dureza mayor, sentirás muchísimas más las vibraciones y todas las irregularidades del terreno. Al principio puede ser un poco intimidante, y hasta frustrante, intentar dominar el slide con ellas, pero una vez que le pillas el truco, la sensación de libertad y el control que ganas son incomparables. He visto a mucha gente frustrarse porque no entienden este balance vital. Mi consejo es que pienses qué tipo de patinaje vas a hacer más a menudo y a partir de ahí, elijas con cabeza. No hay una rueda “mejor” en términos absolutos, solo la “correcta” para ti en ese momento y para el estilo que practicas. Y si eres como yo y disfrutas de todo un poco, ¡quizás necesites varios juegos para ir cambiando según la aventura del día!
El Tamaño Importa: ¿Pequeñas o Gigantes para tu Aventura?
Diámetros que Definen tu Estilo
El tamaño de las ruedas, medido en milímetros (mm), es otro pilar fundamental que influye directamente en cómo se siente tu tabla bajo los pies y en la respuesta general de tu patín. Y sí, aquí el refrán de “el tamaño importa” cobra todo su sentido en el asfalto. Ruedas más pequeñas, generalmente entre 50-54mm, son las reinas indiscutibles del skatepark y del patinaje técnico en la calle. Te ofrecen una aceleración mucho más rápida, son considerablemente más ligeras, lo que se agradece en cada truco, y te dan una mayor estabilidad en los aterrizajes de trucos, ya que tu centro de gravedad está más pegado al suelo. ¿Quién no ha visto a los pros haciendo flip tras flip con ruedas de este tamaño, elevándose por los aires con una precisión asombrosa? Mi experiencia me dice que para el street o el parque, donde los trucos son el pan de cada día y cada milímetro cuenta, no hay nada como unas ruedas ágiles y responsivas que te den esa conexión instantánea. Además, el riesgo de morder la rueda (el famoso wheelbite, esa pesadilla que nos hace volar por los aires sin avisar) es muchísimo menor, algo que todos queremos evitar a toda costa, ¿verdad?
Velocidad, Comodidad y las Ruedas Grandes
Por otro lado, si lo tuyo es el longboard, el cruising relajado, el carving elegante o simplemente devorar kilómetros y kilómetros de asfalto con la menor resistencia posible, entonces las ruedas más grandes son tus aliadas perfectas. Hablamos de diámetros que van desde los 60mm hasta los 80mm o incluso más para el downhill extremo donde cada segundo cuenta. Estas ruedas te dan una velocidad punta impresionante y, gracias a su mayor masa, mantienen la inercia con menos esfuerzo, lo que se traduce en menos empuje y más disfrute. Además, su mayor tamaño les permite rodar sobre pequeñas piedras, grietas o cualquier irregularidad del camino con una facilidad que las ruedas pequeñas solo pueden soñar, ofreciendo un paseo mucho más suave, confortable y libre de sustos. Recuerdo un viaje por la costa donde mis ruedas grandes me salvaron de varias caídas por culpa del pavimento irregular y me permitieron disfrutar del paisaje sin preocupaciones. La comodidad en distancias largas es inigualable. Pero ojo, si las montas en una tabla de skate estándar, es casi seguro que necesitarás elevadores (riser pads) para evitar el temido wheelbite, especialmente si pesas un poco o te gusta girar con fuerza y estilo.
Formas que Hablan: Perfiles y Superficies de Contacto
Bordes Afilados vs. Redondeados
Más allá del tamaño y la dureza, la forma o el perfil de la rueda juega un papel crucial en su comportamiento sobre el asfalto. Y sí, hasta el más mínimo detalle cuenta cuando buscas esa conexión perfecta con la tabla. Tenemos principalmente dos tipos de bordes o “labios”: los afilados (sharp lips) y los redondeados (rounded lips). Las ruedas con bordes afilados, que ves a menudo en las ruedas de downhill o para cruising que buscan máxima tracción, ofrecen un agarre superior. Imagina que son como pequeños dientes que se clavan en el asfalto, proporcionando una tracción increíble y una sensación de seguridad tremenda, especialmente en curvas a alta velocidad. Yo las prefiero para esos días en los que quiero sentirme pegado al suelo, sin sorpresas, disfrutando de cada giro con total confianza. Por otro lado, las ruedas con bordes redondeados son las favoritas indiscutibles para el freeride y el sliding. Permiten que la rueda se deslice con mayor facilidad al iniciar un derrape y se recuperan de él de manera mucho más suave y predecible, lo que es vital para mantener el control. Son mucho más indulgentes si no entras al slide perfectamente o si estás aprendiendo. Si eres de los que les encanta pintar líneas en el asfalto con las ruedas, dejando esa estela de uretano tan característica, las redondeadas son tu mejor opción, ¡sin duda! Personalmente, para mis sesiones de freeride donde busco fluidez y estilo, siempre opto por ellas.
La Huella en el Asfalto: Ancho y Parche de Contacto
El ancho de la rueda y, lo que es aún más importante, el parche de contacto (que es la superficie de la rueda que realmente toca el suelo) también son factores vitales que no podemos pasar por alto. Una rueda más ancha con un parche de contacto grande ofrecerá un agarre superior y una estabilidad inigualable. Piensa en un coche de carreras con neumáticos anchos; la lógica es exactamente la misma: más superficie, más fricción, más agarre. Esto es ideal para el downhill, donde cada gramo de tracción es oro puro y un derrape inesperado puede ser desastroso. Sin embargo, una rueda más ancha también significa más fricción, lo que puede reducir un poco la velocidad punta y hacer que los slides sean más difíciles de iniciar y controlar, requiriendo más fuerza. En cambio, las ruedas más estrechas, con un parche de contacto más pequeño, son más rápidas para acelerar, más fáciles de deslizar y a menudo se encuentran en configuraciones de street o tech-sliding, donde la agilidad y la facilidad para los trucos son clave. La elección aquí depende mucho de lo que priorices en tu patinaje: ¿agarre y control absoluto para carving y velocidad, o facilidad para deslizar y mayor agilidad para trucos? Mi consejo es que no te obsesiones solo con el diámetro, mira también el ancho y el perfil. A veces, un cambio sutil en el parche de contacto puede cambiar drásticamente la sensación y la respuesta de tu tabla, abriendo un mundo de nuevas posibilidades.
El Alma de la Rueda: Tipos de Núcleos y Sus Secretos
Núcleos Pequeños y Su Versatilidad
Dentro de cada rueda, aunque a veces no le prestamos la atención que se merece, se esconde una parte crucial para su rendimiento: el núcleo o core. El núcleo es la estructura interna donde se alojan los rodamientos y su diseño puede influir muchísimo en cómo se comporta la rueda en el asfalto. Los núcleos más pequeños o de tamaño estándar son los más comunes que encontramos en las ruedas de skate y en muchas de longboard. Permiten que una mayor cantidad de uretano se encuentre en el exterior de la rueda, lo que contribuye directamente a una mejor absorción de impactos y a una mayor durabilidad del uretano en sí, porque tiene más material para desgastarse. Esto es genial para el patinaje de calle, donde los impactos son constantes y se necesita que la rueda resista bien el castigo de los trucos y las caídas. Además, al tener menos material rígido en el núcleo y más uretano exterior, la rueda tiende a ser más permisiva en el tacto con el suelo, dando una sensación más amortiguada. He notado que estas ruedas ofrecen una sensación más “blanda” y conectada con la superficie, incluso con durezas relativamente altas, lo que para mí es un plus en ciertos estilos de patinaje donde la precisión y el control son claves, como en el freestyle o el tech-sliding.
Núcleos Grandes y la Búsqueda de Velocidad Extrema

Por otro lado, los núcleos grandes han ganado una popularidad impresionante en el mundo del longboard de alta velocidad, especialmente en el downhill y el freeride avanzado, donde cada detalle cuenta para la performance. ¿Por qué? Pues porque un núcleo más grande significa que los rodamientos están mucho mejor soportados y la rueda mantiene su forma con una rigidez superior bajo presión y altas temperaturas. Esto se traduce en una mayor precisión en el giro, una menor deformación de la rueda (lo que conocemos como “rollover”) a altas velocidades, algo vital para la estabilidad y el control cuando vas a tope por una carretera de montaña. Además, al tener menos uretano alrededor del núcleo, estas ruedas tienden a ser más ligeras y a acelerar más rápido, un factor crucial en competiciones. Si eres de los que busca exprimir cada milisegundo en una carrera o simplemente disfrutas de la adrenalina pura de la velocidad, unas ruedas con núcleos grandes te darán ese extra de rendimiento que estás buscando para volar sobre el asfalto. Es verdad que pueden ser un poco menos indulgentes en cuanto a absorción de vibraciones y que el tacto puede ser más “duro”, pero la ganancia en velocidad y control a menudo lo compensa con creces. He tenido algunas configuraciones con núcleos grandes y, la verdad, la respuesta es inmediata y la estabilidad a alta velocidad es impresionante.
Más Allá de lo Básico: Ruedas Especializadas para Cada Disciplina
La Versatilidad de las Ruedas Híbridas
En el constante ir y venir del vibrante mundo del patinaje, la innovación no se detiene, y las ruedas, esas pequeñas piezas de uretano, no son la excepción. Últimamente, estoy viendo y probando con mucho entusiasmo las ruedas “híbridas” o multifunción. Estas joyas están diseñadas con un objetivo claro: ofrecer lo mejor de varios mundos, intentando ser competentes tanto en street como en park, o combinando un buen agarre para cruising con la capacidad de hacer slides ocasionales de manera fluida. Suelen tener una dureza intermedia, entre 85A y 95A, y perfiles que intentan ser un punto medio entre los bordes afilados y redondeados, buscando un equilibrio perfecto. Para mí, son la opción perfecta si eres de los que no se encasilla en un solo estilo o si tu spot habitual tiene un poco de todo: un buen suelo liso para el carving y zonas más rugosas para un slide. Directamente te lo digo, quizás no son las mejores en nada específico, pero son muy buenas en todo, lo que las convierte en una elección increíblemente práctica. Me han sacado de apuros en más de una ocasión, permitiéndome disfrutar de un día variado sin tener que cambiar de tabla o de ruedas. Son una inversión inteligente si buscas polivalencia y adaptabilidad en tu patinaje diario, permitiéndote explorar sin límites.
Ruedas con Tecnología Antiflatspot y Otros Avances
Y si pensaban que ya lo habían visto todo en cuanto a ruedas, ¡esperen! La tecnología sigue avanzando a pasos agigantados y nos sorprende constantemente. Tenemos, por ejemplo, las ruedas con tecnología antiflatspot, que están diseñadas específicamente para resistir las temidas “planas” o “cuadrados” que se forman en las ruedas después de muchos slides agresivos, prolongando su vida útil de manera significativa. Algunas marcas están utilizando uretanos especiales con formulaciones secretas o diseños de núcleo innovadores que distribuyen mejor el calor y la presión generada durante el deslizamiento. También hay ruedas luminosas que incorporan LEDs integrados para patinar de noche, ¡una verdadera pasada para las sesiones nocturnas que te harán brillar! Y ni hablar de las ruedas con diseños asimétricos para un mejor control en distintas posiciones o con tratamientos de superficie especiales para un break-in más rápido o un slide más consistente y predecible desde el primer momento. Como siempre les digo, estar al tanto de estas innovaciones puede cambiar radicalmente su experiencia sobre la tabla y llevar su patinaje a un nivel completamente nuevo. Yo mismo he probado algunas con tecnología antiflatspot y la diferencia en la durabilidad del slide es notable. ¡Es como tener un superpoder en los pies que te permite deslizar sin preocupaciones!
Mantenimiento y Cuidados: Prolonga la Vida de tus Compañeras de Asfalto
Rotación y Limpieza para un Rodar Óptimo
Mis queridos patinadores, no basta con elegir las ruedas perfectas para su estilo; también hay que cuidarlas y darles el mantenimiento que se merecen. Piensen en ellas como en sus zapatos favoritos: si los cuidan bien, durarán mucho más y les darán un mejor rendimiento, además de ahorrarles unos buenos euros a largo plazo. Un truco que siempre comparto con mis amigos y que es súper sencillo y efectivo es la rotación regular de las ruedas. ¿Notan cómo las ruedas de un lado de la tabla se desgastan más rápido que las del otro, o cómo las traseras sufren más estrés? Pues bien, rotarlas periódicamente (cada pocas semanas, dependiendo de cuánto patinen y la intensidad de sus sesiones) ayuda a que el desgaste sea mucho más uniforme en todas ellas. Es tan simple como intercambiar la posición de las ruedas de adelante a atrás y, si quieren ser súper meticulosos y optimizar al máximo, de lado a lado. Esto no solo prolonga la vida útil de sus ruedas y las mantiene redondas por más tiempo, sino que también mantiene el rendimiento consistente y evita esa sensación “rara” o desequilibrada en la tabla por un desgaste desigual. Además, no olviden la limpieza. Un paño húmedo y un poco de jabón suave son más que suficientes para quitar la suciedad y el polvo acumulado, especialmente si patinan en zonas arenosas o con mucha tierra. Unas ruedas limpias siempre rodarán mejor y les darán una sensación de fluidez inigualable, ¡se los aseguro!
Inspección Regular y Prevención de Problemas
Otro punto crucial que a menudo se nos olvida en la emoción de patinar, con las ganas de lanzarnos a la calle, es la inspección regular de nuestro equipo. Tómense unos minutos antes o después de cada sesión importante para echarle un ojo detallado a sus ruedas. Busquen grietas, cortes profundos o cualquier señal de desgaste excesivo o irregular que pueda indicar un problema. Si ven un “flatspot” (una zona plana en la rueda) que se ha formado después de un slide largo y agresivo, es hora de pensar en rotar o quizás en un reemplazo si es muy pronunciado, ya que afectará el rodar. También es importantísimo revisar que los rodamientos estén bien puestos dentro de las ruedas y que estas giren libremente sin ruidos extraños ni resistencia. A veces, un rodamiento sucio, oxidado o dañado puede hacer que una rueda no gire bien, lo que afecta no solo la velocidad sino también la estabilidad y la seguridad. He visto a muchos amigos ignorar pequeñas señales y terminar con una rueda completamente destrozada en el peor momento, lo que no solo es un disgusto, sino que puede provocar una caída. Prevenir es mejor que lamentar, ¿no creen? Una revisión rápida y consciente puede evitarles un susto y, lo más importante, ¡mantenerlos seguros sobre la tabla para que sigan disfrutando al máximo de cada bajada o truco! La verdad es que un buen mantenimiento es la clave para disfrutar al máximo y por más tiempo de nuestro equipo.
| Dureza (Durometer A) | Uso Principal | Sensación | Ideal Para |
|---|---|---|---|
| 75A – 85A (Blandas) | Cruising, Longboard, Patinaje Urbano | Suave, Mucho Agarre, Absorbe Vibraciones | Principiantes, Superficies Irregulares, Paseos Largos y Confortables |
| 86A – 96A (Medias) | All-Around, Freeride, Carving | Equilibrada, Buen Agarre y Facilidad de Slide | Patinadores Intermedios, Variedad de Terrenos, Versatilidad |
| 97A – 101A+ (Duras) | Street, Skatepark, Downhill, Tech-Sliding | Rápida, Menos Agarre, Más Vibración | Patinadores Avanzados, Superficies Lisas, Trucos y Velocidad |
Para Concluir
¡Y con esto, mis queridos amigos del asfalto, llegamos al final de nuestro viaje por el fascinante mundo de las ruedas! Espero de corazón que esta guía les haya sido de muchísima utilidad para entender mejor cómo cada detalle, desde la dureza hasta el tamaño y la forma, influye directamente en su experiencia sobre la tabla. Recuerden que la elección perfecta no es una talla única para todos, sino aquella que se alinea con su estilo, sus preferencias y, por supuesto, el terreno que más frecuentan. No duden en experimentar, probar diferentes configuraciones y, sobre todo, disfrutar de cada momento que pasen deslizando, girando y conquistando el asfalto. ¡Nos vemos en la próxima aventura y no olviden que la diversión está en cada giro!
Información Útil que Debes Conocer
Aquí les dejo algunos consejos clave que he aprendido con el tiempo y que me han servido muchísimo para sacar el máximo provecho a mis ruedas:
1. Adapta la dureza a tu entorno: Si tu día a día transcurre por calles irregulares, llenas de grietas o pequeños obstáculos, te recomiendo encarecidamente optar por ruedas blandas, en el rango de 78A a 85A. Créeme, tu espalda y tus rodillas te lo agradecerán. Estas ruedas absorben muchísimo mejor las vibraciones y te ofrecen un agarre excepcional que te hará sentir pegado al suelo, lo que es vital para la seguridad y la comodidad en el patinaje urbano. Si, por el contrario, eres un asiduo del skatepark o de spots con superficies impecables, unas ruedas más duras, de 97A para arriba, te darán esa chispa extra de velocidad y la reactividad necesaria para trucos. Yo, personalmente, tengo un juego para cada ocasión y la diferencia es abismal.
2. Elige el tamaño según tu propósito: Las ruedas pequeñas (50-54mm) son tus aliadas perfectas para el patinaje técnico, el street y el skatepark. Su menor diámetro te brinda una aceleración rapidísima y facilita esos trucos que tanto nos gustan. En cambio, si tu pasión es el longboard, el cruising relajado por la costa o sentir la adrenalina del downhill, no hay nada como unas ruedas grandes (60mm o más). Estas mantienen mejor la inercia, alcanzan velocidades impresionantes con menos esfuerzo y ruedan sobre casi todo sin inmutarse, proporcionando una comodidad inigualable en trayectos largos. He recorrido kilómetros con ruedas grandes y la experiencia es infinitamente más placentera y fluida.
3. Prevé el “wheelbite” con elevadores: Si te aventuras a montar ruedas grandes, sobre todo en una tabla de skate tradicional, el famoso “wheelbite” (cuando la rueda roza la tabla al girar) es un fantasma que querrás mantener a raya. Mi consejo es que inviertas en unos buenos riser pads o elevadores. Son una pieza fundamental que eleva la tabla lo suficiente como para evitar este problema, previniendo caídas repentinas y dolorosas. He visto a muchos compañeros volar por los aires por no tenerlos, ¡así que no escatimen en seguridad!
4. No subestimes el núcleo de la rueda: La parte interna de la rueda, el núcleo, es más importante de lo que parece. Un núcleo grande ofrece mayor rigidez y soporte a los rodamientos, lo que se traduce en una precisión superior en el giro y una estabilidad envidiable a altas velocidades, crucial para el downhill. Por otro lado, un núcleo pequeño permite más uretano alrededor, lo que mejora la absorción de impactos y extiende la vida útil de la rueda, ideal para las exigencias del patinaje callejero. Entender esto me ha ayudado a afinar mis elecciones para cada estilo.
5. El mantenimiento es la clave de la longevidad: Para que tus ruedas duren más y mantengan su rendimiento óptimo, el cuidado es esencial. Un hábito que no puede faltar es la rotación regular de las ruedas; cada pocas semanas, cambia su posición para asegurar un desgaste uniforme. Además, no olvides limpiarlas periódicamente para eliminar la suciedad y el polvo que pueden afectar el rodaje. Y, por supuesto, una inspección visual de vez en cuando te ayudará a detectar a tiempo cualquier grieta o “flatspot” antes de que se convierta en un problema mayor. Unas ruedas bien cuidadas son sinónimo de más tiempo sobre la tabla y menos preocupaciones.
Puntos Clave a Recordar
Para cerrar con broche de oro, quiero que se lleven estos puntos fundamentales sobre las ruedas, porque al final del día, son el puente entre ustedes y el asfalto. Primero, la dureza es crucial: las ruedas blandas son para la comodidad y el agarre en terrenos irregulares, mientras que las duras son para la velocidad y la facilidad en los trucos sobre superficies lisas. Piensen en dónde patinarán más. Segundo, el tamaño impacta en la velocidad y la agilidad: pequeñas para trucos rápidos, grandes para la inercia y el confort en distancias largas. No subestimen el diámetro, cambia completamente la sensación. Tercero, la forma de los bordes y el parche de contacto determinan el agarre y la capacidad de slide; bordes afilados para tracción, redondeados para derrapes fluidos. Cuarto, el núcleo de la rueda afecta la rigidez y la durabilidad, algo vital para altas velocidades o impactos constantes. Finalmente, no olviden el mantenimiento básico: rotación y limpieza regular son sus mejores aliados para prolongar la vida útil de sus ruedas y asegurar un rendimiento óptimo. Elegir bien y cuidar sus ruedas es invertir en cada buena sesión, en cada risa, en cada truco que logran. ¡Espero que les sirva muchísimo!
Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖
P: iensa en ello así: si tus ruedas son muy blandas (digamos, 78A-85A), es como patinar sobre nubes. ¡Es una delicia! Absorben las vibraciones de esas calles llenas de grietas y pequeños guijarros que todos conocemos, te dan un agarre espectacular y son perfectas para cruising o para el longboard, donde quieres ir suave y cómodo.
R: ecuerdo la primera vez que probé unas ruedas blandas para un paseo largo por la costa, ¡sentí que flotaba! Era una experiencia totalmente diferente a mis ruedas de skatepark.
Son ideales para deslizarse con control y sentirte seguro en descensos suaves. Pero claro, tienen su contra: no son las más rápidas y si intentas trucos más técnicos, te costará más deslizar.
Por otro lado, si te inclinas por las ruedas duras (90A-101A o incluso más), ¡prepárate para la velocidad y la acción! Estas son las estrellas del skatepark y las calles.
Te dan ese pop extra para los ollies, deslizan con facilidad y son súper rápidas. Son perfectas si lo tuyo es el street, el park, o trucos que requieren mucha respuesta de la tabla.
El problema es que, como te habrás dado cuenta, sientes hasta la más mínima piedrecita. Tus pies notan cada imperfección del asfalto, y eso, al principio, puede ser una pequeña tortura.
Yo mismo, al principio, pensaba que mis pies se iban a caer de tanto traqueteo. Pero con la práctica, ese “sentir” el suelo te da mucho control y te permite ser súper preciso en tus movimientos.
Mi consejo, basado en muchísimos años de probar y equivocarme, es que pienses primero dónde vas a patinar más. ¿Vas a callejear en plan tranquilo y disfrutar del paisaje?
¡Unas blanditas! ¿Eres un alma de skatepark que busca altura y grindear sin piedad? ¡Unas duritas!
Y si eres de los que quieren un poco de todo, hay opciones intermedias (86A-89A) que te dan un buen equilibrio. ¡La clave es que te sientas a gusto! Q2: ¿El tamaño de las ruedas realmente importa?
A veces veo unas enormes y otras diminutas, y me pregunto cuál debería elegir para mi estilo de patinaje y si de verdad marca una diferencia. A2: ¡Vaya si importa, y mucho!
El tamaño de las ruedas es otro de esos detalles que, aunque parezca pequeño, cambia completamente la dinámica de tu patinaje. Es como elegir entre un coche de carreras y un todoterreno: cada uno tiene su propósito.
Las ruedas las medimos en milímetros (mm), y la diferencia entre 50mm y 70mm, por ejemplo, es abismal en la experiencia. Si te decantas por ruedas pequeñas (entre 50mm y 56mm), estás en el terreno del skate de calle, los trucos y el skatepark.
Son ligeras, lo que te facilita el “pop” para los ollies y te da una respuesta rapidísima para girar y manipular la tabla. Al estar más cerca del suelo, tu centro de gravedad es más bajo, lo que te da una estabilidad increíble para trucos y grinds.
Yo, que siempre he sido fanático del street, siempre opto por ruedas en este rango porque me permiten sentir la tabla como una extensión de mi cuerpo.
El inconveniente es que, al ser más pequeñas, no ruedan tan rápido ni mantienen la velocidad tan bien, y las grietas o los pequeños obstáculos se sienten muchísimo más.
¡Prepárate para sentir cada bache! Ahora, si hablamos de ruedas grandes (58mm en adelante, y en longboard pueden llegar a 80mm o más), entramos en el mundo de la velocidad, el cruising, el carving y el downhill.
Estas ruedas te dan una velocidad punta mucho mayor, mantienen la inercia con menos esfuerzo y, gracias a su mayor diámetro, se tragan los obstáculos con facilidad.
Son perfectas para ir de un punto A a un punto B de forma cómoda, para surfear el asfalto con tu longboard o para descender colinas a toda pastilla. Recuerdo mis primeros descensos con ruedas grandes, ¡la adrenalina era pura!
Sentir esa fluidez y cómo las ruedas se adherían al asfalto en cada curva es algo que tienes que vivir. Sin embargo, su tamaño las hace más pesadas y menos ágiles para trucos rápidos, y pueden darte “wheelbite” (cuando la rueda roza la tabla en giros cerrados) si no tienes elevadores o tu tabla no está diseñada para ellas.
Para elegir, lo de siempre: piensa en tu estilo. Si eres de trucos y skatepark, ve a por las pequeñas. Si lo tuyo es la velocidad, la comodidad y las distancias largas, las grandes serán tus mejores compañeras.
¡Y no olvides que el tamaño también influye en la dureza que puedes elegir! Q3: Hay tantos tipos de ruedas en el mercado, con formas y materiales diferentes.
¿Cómo sé cuál es la mejor para mi tipo de tabla o para lo que quiero hacer? Es abrumador ver tanta variedad. A3: ¡Entiendo perfectamente esa sensación, es como entrar a una tienda de golosinas y no saber cuál elegir!
Y sí, las formas y los materiales de las ruedas son un mundo aparte que complementa lo que ya hemos hablado de dureza y tamaño. No solo es el uretano del que están hechas, sino cómo está moldeado.
Primero, hablemos del material principal: el uretano. La calidad del uretano es clave. No todos los uretanos son iguales; algunos ofrecen un rebote increíble y una durabilidad asombrosa, mientras que otros pueden agrietarse o volverse cuadrados más rápido.
Marcas reconocidas suelen usar fórmulas de uretano patentadas que, aunque a veces son un poco más caras, ¡te aseguro que valen cada céntimo! Yo he experimentado la frustración de unas ruedas de mala calidad que se me “cuadraron” rapidísimo después de unos cuantos derrapes, y creedme, no hay nada más molesto.
Invertir en buen uretano es invertir en tu comodidad y en la vida útil de tus ruedas. Luego está la forma o el perfil de la rueda. Esto es crucial.
Ruedas de perfil cuadrado o con labios afilados: Son muy comunes en el longboard de carving o downhill. Estos “labios” o bordes afilados muerden el asfalto, dándote un agarre brutal en las curvas.
Son perfectas para descensos a alta velocidad donde necesitas sentir que estás pegado al suelo. Cuando las usas por primera vez en un descenso, la confianza que te transmiten es impresionante.
Ruedas de perfil redondo o con labios redondeados: Estas son las reinas del slide y de muchos estilos de freestyle en longboard, y la mayoría de las ruedas de skate también tienen este perfil.
Al tener los bordes redondos, deslizan mucho más fácil y con menos resistencia. Si lo tuyo es derrapar y dejar esas marcas de uretano en el suelo, estas son tus compañeras ideales.
Yo las adoro para practicar mis slides porque me permiten soltarme y jugar más con la tabla. Ruedas cónicas o de cono: Las verás mucho en skateboards para street y park.
Tienen una forma que se estrecha hacia el centro, lo que las hace ligeras y te da un buen “lock-in” en los grinds y slides sobre bordillos y rails. Son como el punto dulce entre el agarre y la capacidad de deslizar.
Y no podemos olvidar la posición del “núcleo” o “core” de la rueda (donde van los rodamientos). Centerset: El núcleo está justo en el centro. Permite voltear las ruedas para que se gasten de manera uniforme, lo cual prolonga su vida útil.
Ideal para carving y freeride. Sideset o Offset: El núcleo está más hacia un lado. Esto ofrece una mayor superficie de contacto del labio interior, lo que puede dar un agarre superior en curvas, o facilitar los slides dependiendo del diseño.
Mi truco personal siempre ha sido pensar en la “sensación” que busco. Si quiero sentirme como un cirujano con mi patín, preciso y ágil para trucos, elijo algo más pequeño, duro y con perfil redondo o cónico.
Si lo que quiero es devorar kilómetros, sentir el viento en la cara y deslizarme suavemente, voy a por algo más grande, blando y con un buen perfil de agarre o redondeado para freeride.
¡La clave es que tus ruedas se sientan como una extensión natural de tus pies y de lo que quieres hacer con tu tabla!






